Cuando Iain Chambers escribe, “[a self] that cannot abide its own non-mastery of the world fears and hates the other for concretizing its own specificity and fears and limits, and seeks to reduce otherness at every opportunity to a form of sameness and identity modeled on itself” él hace una distinción interesante entre las personas del mundo.
Primero, él nos dice que tenemos que darnos cuenta del papel que ocupamos. La construcción de la noción del “otro” viene del espacio entre los que reconocen su lugar y su sabiduría y los que no los reconocen. En realidad, nosotros como humanos sabemos muy poco sobre el mundo, el universo, aún nuestra origen como especie de animal. En vez de preocuparnos sobre la poca sabiduría que tenemos, según Chambers, hay que ‘concretizar’ los miedos y limites para que tengamos una idea clara de quienes somos, de donde somos, y donde vamos.
Segundo, Chambers habla del proceso de evaluación que empleamos basado en la construcción del “otro”. Esa idea pertenece a lo que dice Nussbaum con “Only the cosmopolitan stance… has the promise of transcending these divisions, because only this stance asks us to give our first alliance to what is morally good—and that which, being good, I can commend as such to all human beings”. Entonces solo cuando pensamos de la humanidad en términos de experiencias comunes, moralidades compartidas, y alianzas alineados podemos unir y superar lo que forma la noción del “otro”.
Monday, September 15, 2008
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